El presidente saliente de nuestra Sociedad (período 2019-2021), Dr. José Lorenzoni Santos, reflexiona en la editorial del Volumen 47 Nº2 (2021) de la Revista Chilena de Neurocirugía sobre los aprendizajes humanos y profesionales que es posible identificar a partir de la pandemia del coronavirus.
A continuación, el texto íntegro publicado:
La pandemia del coronavirus que ya lleva más de 2 años y que aún no termina, ha generado graves daños a la humanidad, ha cobrado millones de vidas y ha impactado severamente en el funcionamiento de la economía a nivel global.
Todos estos daños los hemos ido viviendo día a día con el consecuente desgaste psicológico e impacto en la salud mental de la sociedad.
En esta editorial quisiera mirar la situación desde el lado optimista, queriendo creer que vamos a llegar a buen puerto y aprovechar de hacer algunas reflexiones sobre lo positivo que pudo habernos enseñado este fenómeno.
La pandemia cambió nuestras vidas y nos obligó a adaptarnos a vivir con ella. Esta adaptación significó desarrollar estrategias y hábitos que nos permitieron seguir funcionando. Y no sólo eso, hemos podido valorar tales estrategias, muchas de las cuales “llegaron pare quedarse”.
Sin pretender enumerarlas todas, quisiera referirme sólo a algunas las cuales probablemente nos han tocado de cerca:
1- Tomar conciencia de un problema que nos afecta a TODOS en la comunidad y ser capaces de tomar y acatar las medidas necesarias, no solamente pensando en nosotros mismos, sino que también pensar en el PRÓJIMO.
2- Masificación de la modalidad de TELETRABAJO, sobre todo en aquellos trabajos administrativos y reuniones vía telemática. Este sistema ha demostrado ser muy eficiente en muchas formas de actividades, sumado a que muchas personas pueden ahorrar traslados a veces largos, con el consiguiente beneficio de ahorro de tiempo y recursos. Otra ventaja es la mayor permanencia de los padres en el hogar con el consecuente beneficio del fortalecimiento de la familia.
3- Realización de actividades académicas vía plataformas telemáticas, ya sea en la educación primaria, secundaria, superior y eventos tales como congresos y seminarios. En caso de niños y jóvenes esto contribuyó a una mayor interacción en la casa con sus padres y hermanos, situación que en muchos hogares se daba poco o no se daba. En el aspecto médico hemos podido tener a disposición innumerables actividades científicas “online” con una gran oferta de eventos nacionales e internacionales, que fueron de gran utilidad para la difusión del conocimiento académico y científico y a un costo mínimo.
4- Creación de una red integrada de atención médica público-privada, que permitió afrontar de manera mancomunada y eficiente la gravedad de la pandemia permitiendo un acceso expedito a la atención en salud a los pacientes graves. Sin duda hay muchos más aspectos positivos que podríamos enumerar, pero lo importante a mi juicio es rescatar estos aspectos en las distintas experiencias, valorarlos e incorporarlos en la vida. Tal como se dice: también miremos el vaso “medio lleno” (aunque el vaso sólo contenga algunas gotas).
Dr. José lorenzoni S.
Presidente saliente
Sociedad de Neurocirugía de Chile