Luego de un periodo bianual en la presidencia, Franco Ravera –actual jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Regional de Rancagua (HRR)– deja el liderazgo de la Sociedad de Neurocirugía de Chile, donde su principal objetivo fue incorporar nuevos socios a la organización, en especial gente joven con nuevas ideas para una renovación.
El Dr. Ravera siempre supo que quería dedicarse a la medicina, desde pequeño su interés se dirigía por ese camino y fue también temprano en su carrera universitaria que se dio cuenta que la neurocirugía era su especialidad. “Me gustaba el tema de la anatomía, neuroanatomía. Desde primero de medicina encontré divertido y fascinante la anatomía del cerebro, médula espinal, todo lo que tiene que ver con el sistema nervioso”, recuerda. Según su opinión, ser neurocirujano es una profesión atractiva, pero que requiere de mucha preparación y método, con satisfacción a largo plazo. Además de una cuota de liderazgo que es intrínseca en el ámbito médico, no sólo la neurocirugía.
Uno de los 100 líderes nacionales del año 2005
El presidente saliente de la sociedad siempre ha estado relacionado al liderazgo, tanto así que cuando junto a un colega –Dr. Francisco Luna– decidieron abrir el Servicio de Neurocirugía en el HRR, la revista Sábado lo seleccionó como parte de los 100 líderes nacionales del 2005. De un equipo inicial de 2, actualmente son 11 los profesionales que trabajan en Rancagua y fueron el primer establecimiento público en ejecutar la compleja cirugía fetal intrauterina.
El hecho de que exista una sociedad para reunir a los neurocirujanos de Chile para Ravera tiene relación con la necesidad de organizar a sus profesionales, tener total conocimiento de la especialidad –su nivel y necesidades en el país– y cómo se puede trabajar con el gobierno y otras organizaciones para mejorar la atención a sus pacientes en todo territorio nacional. “Tenemos que interrelacionarnos porque en el sistema público el que organiza la red de atención es el ministerio de Salud (Minsal). Nosotros tenemos que ser la contraparte técnica que acompañemos al Minsal en la toma de esas decisiones”, explica.
Los desafíos de la Sociedad de Neurocirugía de Chile
Siendo una de las necesidades inminentes de la sociedad la incorporación de nuevos socios, el ex presidente plantea que es fundamental incluir a las generaciones jóvenes, lo que fue uno de los pilares de su gestión a la cabeza de la organización: “Yo creo que lo más relevante fue haber logrado el máximo de incorporación de gente nueva y sobretodo gente joven, que era el objetivo principal que me había planteado. Y eso hay que mantenerlo a futuro. Necesitamos renovar, que llegue gente con ideas nuevas, con ganas”.
La motivación personal al momento de unirse a la sociedad fue porque quería formar parte de un grupo que pudiera generar grandes cambios. “La sociedad tiene que ser el portavoz de lo que queremos para el futuro de la neurocirugía en Chile. Y para eso tenemos que estar interrelacionados con el Minsal, con los centros formadores, las universidades. Eso es quizás lo que más cuesta mantener. Requiere mucha energía y tiempo poder mantener esta presencia. Pero es necesario”, agrega Ravera y destaca que “si logramos que todos los neurocirujanos pertenezcan a la sociedad vamos a tener mucha más fuerza para poder generar los cambios que queremos. Eso nos hace mucho más potentes”.