La Sociedad de Neurocirugía de Chile, junto con solidarizar con todas las sociedades científicas, hace un llamado a sumarse en el cuidado de los pacientes, médicos y colaboradores.
Hasta donde sabemos, el comportamiento de la enfermedad es incierto y no se puede predecir un escenario a corto o mediano plazo, sin embargo, la experiencia de otros países apunta a lo siguiente:
- El personal de salud se va a hacer insuficiente, por enfermedad, agotamiento físico y/o mental.
- Los insumos necesarios para asegurar la protección de los no infectados y las condiciones de seguridad estándar de los pacientes que necesiten cirugías de emergencia van a ser escasos y su tasa de reposición es incierta.
- La probabilidad de estar contagiado sin síntomas es alta. Esto significa que podemos estar realizando procedimientos quirúrgicos en pacientes contagiados o que el personal que está involucrado en los procedimientos esté contagiado.
Esto significa que:
- Cualquier complicación postoperatoria puede atribuirse equivocadamente a la infección por COVID-19.
- Cualquier síntoma, leve o grave de COVID-19, puede atribuirse equivocadamente a una complicación quirúrgica.
- Puede haber una combinación de ambas.
Si el postoperatorio de un paciente con una complicación grave necesita ventilación mecánica, es probable que las camas críticas estén ocupadas con pacientes con COVID-19. El cuidado postoperatorio de los pacientes necesita apoyo de personas sanas y activas, tanto en la hospitalización como después del alta, para garantizar su recuperación y la reintegración a la vida en las condiciones previas a la cirugía.
Por esta razón, haciendo un balance de los riesgos versus los beneficios de postergar intervenciones electivas o semielectivas, recomendamos lo siguiente:
A los equipos médico-quirúrgicos:
- Suspender todos los procedimientos electivos o semielectivos, priorizando urgencia y urgencias relativas.
- Conocer las normas institucionales y crear equipos locales para protección del personal en casos de cirugías con pacientes contagiados de COVID-2.
- Aislar precozmente a personal de atención de pacientes en pabellón con sospecha de cualquier enfermedad respiratoria.
- Trabajar en la colaboración de los diferentes equipos médico quirúrgicos para evitar expandir el contagio.
- Entregar a los pacientes, en forma clara y precisa, la información de riesgos y beneficios de realizar una intervención quirúrgica en esta circunstancia excepcional, para que se tome una decisión informada y libre de sesgos.
A los pacientes:
- Informarse de la evolución natural de la enfermedad que les hace requerir una intervención quirúrgica.
- Reprogramar sus cirugías electivas.
- No asistir a los hospitales, dentro de lo posible.
- No acudir a los servicios de urgencia a no ser que tenga un problema grave.