El legado del Dr. Alfonso Asenjo Gómez

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El padre de la neurocirugía en Chile, así se le reconoce al Dr. Asenjo, quien fue el principal impulsor de dicha especialidad en el siglo XX. Entre muchos hitos a recordar está su gestión para la inauguración del primer servicio de profesionales del área y su responsabilidad en la fundación del Instituto de Neurocirugía, que actualmente lleva su nombre.

El Dr. Alfonso Asenjo Gómez –Premio Nacional de Ciencias de 1973– egresó de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile en 1928 con sólo 22 años, para luego desempeñarse como médico general. En una constante búsqueda de conocimiento y progreso viajó a Alemania a especializarse en neurocirugía, donde cayó en la noción de que Chile necesitaba un servicio de dicha especialidad y un grupo de profesionales preparados. “El Dr. Alfonso Asenjo fue un cirujano muy visionario que dio el inicio a la neurocirugía en Chile. Él convenció a las autoridades de esa época que era necesario contar con cirujanos entrenados que pudieran fundamentalmente tratar lo que era el traumatismo encefalocraneano”, explica el Dr. Rómulo Melo, neurocirujano del Instituto de Neurocirugía Dr. Alfonso Asenjo.

Convenciendo a las autoridades del gobierno de Pedro Aguirre Cerda –específicamente al ministro de salubridad, Salvador Allende–, en 1939 logró la formación del primer servicio de neurocirugía de Chile, instalado en las facilidades del Hospital El Salvador. Al año siguiente inauguró el Pabellón Harvey Cushing, donde dijo: “Progresar, progresar siempre, será la norma de este servicio: para ello, contamos todos los que aquí estamos, lo exigiremos a los que deseen penetrar a través de su puerta, ampliamente abierta, con dos pilares fundamentales: Voluntad férrea, perseverancia e infatigabilidad frente al trabajo”.

Dr. Alfonso Asenjo Gómez

“Él fue muy visionario y no sólo incluyo neurocirujanos, sino que incluyó anestesistas, patólogos, fonoaudiólogos, kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, cosas que en esa época nadie la incorporaba a una especialidad quirúrgica”, dice el Dr. Melo y cuenta que luego de este considerable éxito para la medicina chilena, el Dr. Asenjo, fiel a su discurso progresista, “consideró que no sólo la parte asistencial era importante, sino que la investigación también. Y de ahí surge la Sociedad de Neurocirugía de Chile, en una idea de juntar a todos los neurocirujanos y reunirlos bajo un ámbito científico, de tal manera de difundir la especialidad a través del país y de intercambiar las experiencias”.

Años más tarde, impulsado por la visión y dirección del médico en cuestión, el ministerio de Educación Pública creó el Instituto de Neurocirugía e Investigaciones Cerebrales de Chile, el cual fue un referente latinoamericano y la cuna de la mayoría de los neurocirujanos de la época. El Dr. Franco Ravera, ex presidente de la Sociedad de Neurocirugía de Chile, dice que la especialidad en nuestro país “tiene como marco general que fue pionera en el desarrollo de la especialización en Latinoamérica. Principalmente liderada por el Dr. Alfonso Asenjo, que es un referente y mencionado en todas partes del mundo. De hecho, fue el referente para darle el puntapié inicial a la federación mundial”. Y no sólo dio el primer paso para originar la Federación Mundial de Sociedades de Neurocirugía, dándole énfasis a la importancia de los lazos internacionales, sino que su relevancia en el escenario mundial no quedó ahí: formó parte del grupo de neurocirujanos que crearon la primera revista científica a nivel internacional, Journal of Neurosurgery. Tampoco hay que olvidar que en el ámbito científico también aportó en la creación de la primera revista chilena de la especialidad.

“Si bien era un gran neurocirujano, no era tan destacado por su aspecto técnico, sino por su capacidad de gestión, de juntar a los individuos claves para echar andar diferentes proyectos. Asenjo era el gestor de todo, la cara visible, el que buscaba los contactos, conseguía los fondos, echaba a andar todo”, explica el Dr. Melo y recuerda como en los años 90, década siguiente a la muerte del Dr. Alfonso Asenjo, el instituto que se originó bajo su liderazgo pasó a tener su nombre.

El hecho de que diversos neurocirujanos chilenos se hayan enfocado en generar servicios de neurocirugía en provincias –llamados “pequeños Asenjos” por el Dr. Melo–, forma parte de un proceso de difusión que proviene del mismo propósito que movía al reconocido precursor: llevar la especialidad a todas partes de Chile y al mundo. “De alguna u otra manera tuvieron que replicar lo que él hizo y conseguir recursos, salas, pabellones, para formar los diferentes servicios de neurocirugía en el país. Su imagen sigue viva a través de eso”, afirma Melo y destaca que el Dr. Alfonso Asenjo es un referente para las nuevas generaciones, por su capacidad de trabajo, ímpetu y esfuerzo.

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